Hoy queremos focalizarnos en las operaciones logísticas y el rol preponderante que cumple el embalaje bien diseñado. Muchas veces, las empresas dejan de lado las estrategias vinculadas a un buen empaque, restándoles importancia, cuando se trata de un factor esencial para optimizar la logística.
Descubre en esta nota cómo se logran grandes avances en la eficiencia de esta área, gracias al embalaje.
Indudablemente, el acondicionamiento de los pedidos constituye una de las fases de las operaciones logísticas más complejas y costosas para cualquier empresa.
Sumado a ello, los recientes cambios de comportamiento y hábitos de consumo de las personas, aumentaron la cantidad de pedidos en muchas industrias y rubros, generando un desfase entre oferta y demanda.
Esto es aún un desafío para muchos sectores porque el equilibrio entre oferta y demanda representa un equilibrio en la economía de la empresa.
En este sentido, una correcta fase de acondicionamiento puede hacer que las compañías se despreocupen por el embalaje adecuado.
En esta fase es importante que los empaques se ajusten al tipo de producto contenido y que la etiqueta sea correcta.
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Cuando el embalaje está optimizado y forma parte de una estrategia planificada y organizada, las operaciones logísticas se desarrollan exitosamente porque este constituye un punto central en los envíos.
Un buen embalaje, que cumple con sus objetivos fundamentales como seguridad, contención y marketing, agilizará los envíos y evitará problemas como pérdidas de producto, devoluciones, retrasos en los envíos, roturas por malas manipulaciones durante el traslado, etcétera.
Hemos mencionado que el packaging es un activo para mejorar las operaciones logísticas. Ahora bien, ¿cómo optimizarlo para que esto pueda ser efectivo? Algunos puntos a tener en cuenta son:
El embalaje eficiente está lleno de beneficios, todos igualmente importantes porque hacen a la mejora de la relación entre marca y clientes y, consecuentemente, a la rentabilidad del negocio.
Un buen embalaje garantiza una mejor reputación para la compañía porque los productos llegan a destino en perfecto estado.
Además aumenta las ventas y maximiza las eficiencias operativas de toda la logística porque se evitan problemáticas y errores que generan pérdidas importantes como las devoluciones, las pérdidas y roturas de mercancías.
Para un embalaje exitoso, el primer paso es conocer las características físicas de tus productos para dar exactamente con sus necesidades y trasladarlas a un empaque totalmente personalizado.
Luego, es importante que esta personalización, además de adaptarse a tus mercancías, tenga en cuenta la imagen de tu marca y cuente con atractivo para generar una impresión positiva en los clientes.
Incluir material de relleno para potenciar la seguridad del producto, ofrecer un packaging vistoso e incluir toda la información adecuada en el empaque, son puntos centrales.
No olvides contar con un proveedor de embalaje confiable, con experiencia y de excelencia en el rubro.
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El packaging permite ahorrar costes y mejorar la productividad. Las fórmulas en coste y espacio a la hora de comprar embalajes.
Ellas son la estandarización de los tamaños de la carga a enviar para optimizar los espacios en el transporte y el control de stock del embalaje para que el almacén no esté sobrecargado.
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