Reducir el impacto medioambiental ya es una norma para muchas empresas. Buscar alternativas más amigables al poliestireno expandido, te ayudará a reducir la contaminación y a promover la responsabilidad corporativa en la cadena de suministro.
¡Te invitamos a conocer todas las opciones!
El poliestireno expandido, también conocido por las siglas EPS o el nombre de Airpop, es un elemento plástico espumado que se compone casi en su totalidad por aire, lo que confiere ligereza y poderoso aislamiento térmico.
Estas cualidades, sumadas a la resistencia y absorción de impacto, convierten al poliestireno expandido en un excelente aliado para diversas industrias que requieren materiales con este tipo de estructura como la construcción y edificación.
Este material plástico celular y rígido se fabrica mediante el moldeo de perlas preexpandidas de poliestireno expandible que contienen un agente expansor, el pentano.
Deriva del petróleo, lo que convierte a este elemento en un material contaminante para el medioambiente.
El poliestireno expandido posee una amplia variedad de aplicaciones que van, desde la construcción, pasando por elementos protectores en la vida cotidiana como los cascos de bicicleta, hasta el embalaje de alimentos.
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En este ámbito, podemos hallarlo en cajas utilizadas para el transporte de productos como pescado y otros frescos como frutas y verduras, en empaques de aparatos eléctricos, en vasos y bandejas, entre otros.
Posee gran versatilidad, es impermeable y robusto, además de resistir a los impactos que pueden producirse durante el proceso de traslado a destino.
Las consecuencias medioambientales del poliestireno expandibles son importantes, sobre todo si tenemos en cuenta que para su obtención se utilizan recursos naturales no renovables, dado que se trata de un plástico que deriva del petróleo.
Respecto al proceso de producción y su huella ecológica, antiguamente se empleaban productos químicos para la fabricación que liberaban gases que han contribuido sustancialmente al aumento del agujero de ozono.
Hoy en día, si bien muchas prácticas de producción se han modificado para mejorar el cuidado del planeta y, de hecho, el poliestireno expandible se ha vuelto reciclable, no logra ser un producto biodegradable.
Además, al tratarse de un plástico, sabemos que las normativas vigentes del Estado y las organizaciones mundiales buscan minimizar su uso, mediante prohibiciones, debido al impacto en la generación de basura y contaminación de ríos y entornos naturales.
El cartón se está convirtiendo en la mejor alternativa para reemplazar todo tipo de elementos contaminantes como el poliestireno expandido.
Es un elemento versátil y resistente que, no sólo es capaz de resguardar y proteger cualquier tipo de producto que debe transportarse, sino que es altamente reciclable y amigable con el planeta.
El cartón es un material noble que se posiciona como la opción perfecta ya que es sostenible, se recicla fácilmente y puede llegar a ser 100% compostable, lo que lo convierte en un material de embalaje ideal.
Pero lo más importante está revelado por los datos actuales: los embalajes de papel o cartón representan una impresionante tasa de reciclado del 82,5% en toda Europa, lo que supera enormemente las tasas de todos los demás materiales empleados como embalaje.
El cartón, como hemos visto, es un material sostenible porque puede biodegradarse y reciclarse muy fácilmente. Además, sus prácticas de fabricación no generan impactos negativos en el ambiente.
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Pero sobre todo, es un material versátil, cómodo y altamente resistente que puede adaptarse a todo tipo, forma, volumen y peso de mercancía, sin abandonar su seguridad y protección.
Es un material eficiente que te permitirá reemplazar al poliestireno expandido de manera eficaz, adecuándote a las normativas de plástico cero y ¡ofreciendo a tus consumidores una imagen de responsabilidad medioambiental que valorarán mucho!
Además del cartón, podemos encontrar otras alternativas sostenibles y eco amigables al poliestireno expandido. Te invitamos a conocerlas.
Generalmente, se fabrica con maíz y muchas opciones tienen capacidad de disolverse en agua. El mercado los ofrece en forma de envase para trasladar o bolas de espuma para ser empleadas como relleno en huecos de cajas.
Fabricados con bambú, la forma más común utilizada es en utensilios de comida. Es un elemento atractivo y sostenible.
Se fabrica mediante papeles o cartones reciclados, también con fibra directa extraída de los árboles. Es totalmente reciclable.
Se fabrica con el tallo de la planta del trigo, esto lo convierte en una opción compostable.
Esta alternativa está en pleno proceso de expansión y consiste en el empleo de materiales extraídos directamente de la naturaleza para crear embalajes sostenibles y reutilizables. Un ejemplo es la caña de azúcar.
Reemplazar definitivamente al poliestireno expandido con packaging sostenible es clave en los tiempos que corren.
No sólo porque se enmarca en las políticas mundiales que se dirigen a reducir totalmente el plástico en el embalaje, sino porque produce múltiples ventajas en tu negocio y el planeta. Veamos algunas ventajas:
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