Un correcto flujo logístico requiere de la optimización del embalaje y de procesos que garanticen un almacenaje y transporte adecuado para las mercancías. El empaque cumple un rol central. ¡Conoce su impacto!
Cuando se habla de cadena o flujo logístico, se hace referencia a aquellas fases que conforman todo el proceso de producción de un determinado producto: desde el suministro de materia prima necesaria para su fabricación hasta la distribución final a manos del consumidor.
En este accionar, el embalaje se constituye como una solución clave para el buen desempeño del sector logístico debiendo cumplir con determinadas exigencias del mercado, además de atender a las características de la mercancía producto y ajustarse a las condiciones del medio de transporte empleado.
En definitiva, podríamos asegurar que la logística y el embalaje poseen una finalidad en común: brindar la mayor satisfacción al consumidor, adaptándose a sus necesidades y demandas.
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Teniendo en cuenta que el embalaje ayuda a generar un flujo logístico adecuado, es importante destacar que debe cumplir con determinadas características para que esto sea posible.
Sabemos que, un correcto flujo logístico, implica proteger y conservar en las mejores condiciones los productos que llegarán a manos del consumidor. Por ello, el empaque debe ser seleccionado de manera planificada.
La principales características del embalaje logístico son:
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Existen varios motivos para asegurar un buen flujo logístico y garantizar que las mercancías lleguen en tiempo y forma a su lugar de destino. A continuación podrás conocer las razones más importantes.
La utilización de un transporte seguro, en perfectas condiciones y adecuado para la carga, propicia un flujo logístico exitoso ya que se trata de uno de los factores más importantes para vincular la fábrica o empresa con el almacén o consumidor final.
El espacio al interior del transporte y los elementos de seguridad o el buen apilamiento de la carga juegan un rol preponderante para que los embalajes no sufran ningún deterioro y arriben adecuadamente al lugar destinado.
Pero además de ello, el empaque debe estar perfectamente acondicionado para soportar el viaje, el apilamiento en el transporte y las diversas condiciones climáticas como humedad, alta temperatura, etcétera.
Un correcto embalaje con sus medidas adecuadas al producto interno y la excelencia de la calidad de la materia prima que lo conforma, aseguran un transporte seguro.
El viaje que realiza la mercancía desde el momento que sale de la fábrica o almacén hasta que llega al destino final es largo y demanda varias manipulaciones: apilamiento, carga y descarga, control de stock, etcétera.
Un buen embalaje es práctico, seguro y adecuado a las manipulaciones típicas del traslado. Si el empaque dificulta su manipulación, se perderá mucho tiempo en el flujo logístico.
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Desperdiciar espacio en los diferentes ámbitos logísticos genera costes más altos para la empresa. Un empaque eficiente evita huecos infrautilizados porque es compacto y está optimizado.
Por su parte, el uso de palets para unir los paquetes permite acomodarlos perfectamente en los almacenes o transportes, además de optimizar la carga y descarga.
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Los embalajes pueden personalizarse y contener información clave para las empresas que necesitan visualizar el stock de manera permanente.
Además, los diferentes formatos de empaques pueden ayudar a gestionar los pedidos de manera eficiente, adecuándose a los productos sin problemas.
Si somos conscientes de que el embalaje es lo primero que va a ver el cliente al recibir su producto, notaremos el gran valor que tiene en la imagen de una marca.
Su poder es tan grande que incluso hoy muchos consumidores los conciben como factor relevante al momento de elegir un producto. Por ello, el diseño, la funcionalidad, la calidad y la estrategia son clave a la hora de fabricar un empaque.
Si el packaging ha sido cuidado, el consumidor desarrollará una visión de excelencia respecto a la marca y sus productos.
Como hemos visto hasta aquí, el embalaje cumple un rol preponderante en el buen funcionamiento del flujo logístico. Es capaz de brindar un gran margen para el ahorro y la productividad.
Te compartimos algunos consejos para potenciar el flujo logístico mediante el empaque.
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